Un diagnóstico de asma es el primer paso para recibir el cuidado apropiado. Conversemos sobre el proceso y por qué el recorrido no termina aquí.

Vivir con asma es diferente para cada persona,con la extensión de los síntomas,

los múltiples desencadenantes y diferentes niveles de control. Para muchos, el recorrido comienza cuando experimentan dificultades respiratorias.

Etapa 1: Reconocer los síntomas y agendar una cita médica

Los principales síntomas del asma incluyen sibilancias (silbido en el pecho), falta de aliento, opresión en el pecho y tos.1 Si experimentas cualquiera de estos síntomas, agenda una cita con tu médico general o con un especialista en asma, bien sea en persona, telefónicamente o en línea, para conversar sobre tus síntomas. Esto es muy importante si los has experimentado por un periodo de tiempo. Es fundamental obtener un diagnóstico, bien sea para confirmar el asma o para descartarla, y para asegurar que recibas el cuidado más apropiado.

Los principales síntomas del asma pueden incluir1:

Sibilancias (silbido en el pecho)

Falta de aliento

Opresión en el pecho

Tos

Durante tu primera cita, es posible que el doctor te pida describir los síntomas que has estado experimentando, además de cualquier patrón que hayas notado. Aprovecha tu cita al máximo tomando nota previamente de esta información para no olvidar nada. Los patrones incluyen los tipos de síntomas que experimentas, si son peores en cualquier momento del día, si varían en el tiempo y la intensidad, o si has notado algún desencadenante específico, como ejercicio, alérgenos o cambios en el clima.1

Etapa 2: Conseguir un diagnóstico inicial de asma

Los principales síntomas del asma incluyen sibilancias (silbido en el pecho), falta de aliento, opresión en el pecho y tos.1 Si experimentas cualquiera de estos síntomas, agenda una cita con tu médico general o con un especialista en asma, bien sea en persona, telefónicamente o en línea, para conversar sobre tus síntomas. Esto es muy importante si los has experimentado por un periodo de tiempo. Es fundamental obtener un diagnóstico, bien sea para confirmar el asma o para descartarla, y para asegurar que recibas el cuidado más apropiado.

Flujo espiratorio máximo, con frecuencia conocido como flujo pico, es el examen que indica qué tan abiertas están tus vías respiratorias. Consiste en inhalar profundamente y soplar lo más duro posible dentro de un tubo plástico que se sostiene con la mano, llamado medidor de flujo máximo.

Espirometría es un examen que mide qué tan rápido puedes exhalar y cuánto aire puedes sostener en tus pulmones. Una pieza bucal se ensambla en un tubo en una pequeña máquina llamada espirómetro.

Un examen de FeNO (concentración fraccionada de óxido nítrico exhalado) indica la inflamación en las vías respiratorias. La FeNO se mide al soplar lenta y constantemente dentro de un dispositivo portátil, que mide un gas llamado óxido nítrico en el aire exhalado.1,4

Un diagnóstico de asma es un paso importante, pero solo es el inicio del recorrido hacia lograr un mejor control del asma. Si tu doctor siente que es necesario, es posible que recomiende más exámenes con un especialista, como un neumólogo o un alergólogo. Estos exámenes pueden incluir pruebas de sangre que evalúan los niveles de una célula inmune específica llamada eosinófilo, o un biomarcador alergénico llamado IgE.5,6 El objetivo de estos exámenes es ayudar a crear una imagen de las causas subyacentes que generan tu asma, como un tipo específico de inflamación llamado inflamación tipo 2 que está presente en alrededor de 50-70% de las personas con asma.1,7,8

Etapa 3: El manejo de tu asma

El asma es una enfermedad crónica, lo que significa que persiste durante la vida, por lo tanto, lograr el control del asma debe ser un esfuerzo a largo plazo. Cuando hablamos sobre control del asma, nos referimos al grado al que se reducen o eliminan los síntomas con el manejo de la enfermedad1

Lograr control del asma requiere:

  • Un proceso continuo de diálogo con tu doctor sobre el tipo, la frecuencia, duración y gravedad de tus síntomas de asma.
  • Tomar medidas con la colaboración de tu doctor, incluyendo un plan de manejo del asma por escrito.
  • Evaluar la actividad de tu enfermedad regularmente y cómo el asma afecta tu calidad de vida.

Es importante observar que el control puede significar varias cosas para las personas. Más allá de si piensas que tu asma está bajo control o no, si tus síntomas se siguen repitiendo, y aún peor, si no te dejan hacer las cosas que te gustaría hacer, es vital tener una conversación honesta con tu doctor y tomar medidas juntos para alcanzar el control de tus síntomas y mejorar tu calidad de vida.

El manejo de tu asma es un proceso continuo1:

¿Control?

Ser conciente de los cambios en:

  • Síntomas (incluyendo los que no son específicos de tu asma)
  • Cantidad de ataques de asma.
  • Efectos secundarios
  • Bienestar general

Conversación

Habla con tu doctor acerca de tu(s):

  • Síntomas del asma.
  • Medición y control.
  • Otros síntomas de enfermedades que pueden estar coexistiendo con el asma.

Acción

Con la colaboración de tu doctor, toma medidas sobre:

  • Medición para el asma (según lo acordado con tu doctor).
  • Tratamiento de factores de riesgo y condiciones coexistentes.

El manejo del asma puede ser complicado; puede haber varias razones por las cuales una persona continúa experimentando síntomas de asma después de iniciar su tratamiento.1 No es una falla si tus síntomas continúan afectando tu vida, sólo significa que tú y tu doctor necesitan reevaluar tu plan de manejo del asma para ver qué mejoras se pueden hacer.

Si continúas experimentando síntomas o ataques de asma, a pesar de usar varios medicamentos para controlarla, esto puede ser un signo de asma grave, la cual es más difícil de tratar. La gravedad del asma se evalúa calculando el nivel de tratamiento requerido para controlar los síntomas.1 La gravedad del asma no es constante y puede mejorar o empeorar con el tiempo. Por esta razón es importante evaluar tu nivel de control continuamente y plantear los cambios necesarios con tu doctor. Si tus síntomas son más difíciles de controlar, entonces considera ver a un especialista que puede ayudarte aún más.1

Es posible lograr un mejor control del asma en todos los pacientes, pero requiere un proceso continuo de seguimiento con tu médico tratante, aun cuando sientas que se ha logrado el control.